sábado, 15 de noviembre de 2014

ANARQUÍA 1: DESTRUCCIÓN

ANARQUÍA 1: DESTRUCCIÓN

Acabar con todo, dejar
La pizarra en blanco.
Destruir un mundo
Cada vez más opaco.
Un mundo de ladrón
De guante blanco.

Pero no te confundas,
No destruyo por placer,
Destruyo para crecer.

Para poder mirar al cielo,
Sin toparme con ese
Estúpido velo.
Que me roba cada día
La fuerza y el anhelo.

Romper las cadenas,
Salir de la caverna.
Y ver en el sol
La puta verdad eterna.

Que si a Platón me remito,
Es porque semejanza
Veo en su escrito.

A esa república separada
Del pueblo.
A ese control interno,
Sobre lo externo.
Al más puro estilo déspota,
De los mil setecientos ochenta.

¡Todo para el pueblo!
Pero sin el pueblo.
El hambre, para el pueblo.
La miseria, para el pueblo.
La injusticia, para el pueblo.
La educación, sin el pueblo.
La sanidad, sin el pueblo.
La vivienda, para el banco.

Y todavía quieren, que
Lo llame democracia.
A votar cada cuatro años
Una serie de falacias.
Que lejos de cumplirse,
Solo traen desgracia.
Sembrando los pilares
De la bancaria autocracia.

¡no! ¡reniego!
Y que me llamen anarquista,
Pero siempre creí en un
Mundo sin aristas.
Que donde no hay vértice,
No hay punto de conflicto.
Donde víctima se convierte
En verdugo.
En nombre de un Dios
Que nunca estuvo.

Reclamando la tierra prometida.
Una tierra que debería estar prohibida.
Para todo aquel que anhele la vida.

No, no quiero dioses.
No quiero dictaduras,
Ni quiero dinero.
Solo quiero personas,

En un mundo de esclavos.

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