Nunca has fumado de verdad si al dar la calada no has sentido que ardías por dentro y entonces encenderte otro porque ese infierno te sabe a poco.
¿Que paraíso le espera a quien se ahoga entre las flores?
Quizás sea bajo tierra, adornado por la curvatura de las raíces. Dormir al calor de la geotérmica y roer cada mañana la misma rama, que sepa siempre a dulce y no se marchite nunca. Algunos no estamos hechos para la libertad del cielo.