Han sido tantas las veces que me ha traicionado el instinto. Tantas las veces que me ha atravesado el pecho y dejado estigmas imborrables en mi piel. Han sido tantas que llego a preguntarme si hay salida, si hay una cura para esta estúpida mente obsesiva adicta a la paranoia.
Cuantos textos he podido escribir intentando demostrarme a mi mismo una voluntad de cambio que nunca llega. Ya ni siquiera soy fiel a las palabras si es que alguna vez lo fui de verdad. Esta vez tuve la salvación a las puertas, la oportunidad que siempre había estado esperando.
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