viernes, 19 de diciembre de 2014

Tres sonrisas e infusión de libertad

Camarero, pongame tres sonrisas
y una infusión de libertad.
Que me he comprado un 
paraguas en forma de sol,
y tengo que lucirlo en 
este presente grisáceo.

Me he puesto una zapatilla
verde esperanza, y otra rojo
revolución. Voy a pisotear los
charcos de mis lagrimas,
y ensuciar los chaquetones de
aquellos que los provocaron. 

He llevado altavoces a la plaza mayor.
Para enseñar a ancianos a bailar ska.
Voy a rejuvenecer sus mentes, sin perder
la experiencia de cicatrices ya curadas.
Nunca, se fue viejo para aullar a la luna,
y que coño, para llamar a la ventana del
amor y derretirse por el ruido de ese andador.

He construido una casa a mi conciencia,
apartada, donde nadie pueda encontrarla.
Paseare con ella por bosques de memorias,
horizontes de futuro y lunas de presente.

Desnudaremos mi alma a la par que mi cuerpo,
capa, a capa. Denetiendonos en cada unas de las
fibras, en cada idea si es necesario.

Voy a vestirme de un azul utópico,
esculpir un cuerpo hercúleo.
Leer hasta ocupar cada
centímetro cubico de mi memoria.

Quiero ser capaz de desnudar tus entropías.
Alzar la frente ante las estatuas que yo mismo esculpí.
Forjar mañanas de abrigo y tranquilidad.
Quiero, comerme el mundo.

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